Grand Tour de Catalunya
De Barcelona a Lleida pasando por Tarragona
Cataluña ofrece al viajero una gran diversidad de paisajes. Desde la cadena pirenaica hasta el litoral, alterna frondosos bosques con campos de cultivo y esbeltas cimas con calas recónditas, hasta lograr un perfecto equilibrio.
El Grand Tour de Catalunya es un itinerario circular de más de dos mil kilómetros diseñado para descubrir Cataluña en un mes y está divido en cinco tramos de diversas etapas cada uno. Incluye todo lo que no nos podemos perder y el recorrido discurre por carreteras con baja densidad de circulación, lo que nos permitirá conocer este país mágico, visitar monumentos y espacios naturales, y disfrutar de numerosas experiencias tanto del ámbito gastronómico como de turismo activo, cultural y termal.
A continuación, os ofrecemos los dos primeros tramos.
Tramo 1. De Barcelona a Tarragona 462 km
El recorrido empieza en Barcelona. La Ciudad Condal ofrece numerosas propuestas, algunas tan conocidas como su legado de edificios modernistas y otras más vivenciales como participar en un taller de trencadís o descubrir el sky line de la ciudad desde el mar. Museos como la Fundación Miró, el Picasso o el Nacional d'Art de Catalunya, entre los más destacables
Cerca de Santa Coloma de Cervelló, en la cripta de la Colonia Güell, Antoni Gaudí hizo los primeros ensayos con arcos parabólicos. Terrassa, co-capital del Vallès Occidental, es una ciudad que ha convertido el legado industrial y el modernismo en uno de sus atractivos. Hay que visitar la original Masia Freixa y el Museo de la Ciencia y la Técnica, que aprovecha la estructura modernista de una antigua fábrica. Además, la Seu d'Ègara reúne un conjunto de edificios religiosos desde la época visigótica hasta el periodo gótico.
Hay que acudir a Montserrat, montaña declarada parque natural, aunque solo sea para vositar el santuario y escuchar la escolanía cantando el Virolai (poesía antigua cantada). Más adelante rodearemos el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac para acabar en el monasterio de Sant Benet de Bages, reconvertido en un espacio cultural y gastronómico.
Siguiendo el Llobregat, pasando por las localidades de Sallent y Balsareny, se nos presenta la oportunidad de visitar algunas de las colonias textiles que, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX fueron el motor industrial de Cataluña y donde se escribió una parte de la historia social del país. Saltaremos al valle del Cardener y para ello debemos atravesar la sierra del Teix, un territorio de pequeños núcleos rodeados de campos de cultivo donde sobresale el monasterio de Santa María de Serrateix.
Al llegar a Cardona destaca su imponente castillo, convertido en parte en parador de turismo; hay que penetrar en el asombroso paisaje de una mina de sal convertida actualmente en reclamo turístico. Solsona nos recibe con su magnífica catedral y un legado festivo de los más atractivos de Cataluña; cruzaremos los portales de la antigua muralla para visitar el casco antiguo y, junto a la catedral, el Museo Diocesano y Comarcal, con un buen legado de pintura e imaginería del románico al gótico. Aun en el Solsonès, Vall de Lord ofrece a los amantes de la naturaleza senderismo y BTT, esquí en el Port del Comte y kayak por el embalse de la Llosa del Cavall.
La comarca del Solsonès es conocida como el territorio de las mil masías, lo cual comprobamos camino del santuario del Miracle. En nuestro descenso hacia el Mediterráneo pasaremos por Manresa, la ciudad donde se refugió san Ignacio de Loyola al abdicar de sus privilegios de caballero. Se visita la cueva donde escribió sus famosos Ejercicios Espirituales. La basílica de Santa María de la Seu y la calle del Balç son también imprescindibles. Estamos cruzando el Pla de Bages, donde las viñas han vuelto a poblar el terreno y las bodegas han recuperado su personalidad con una D.O. que agrupa desde cooperativas a centros emblemáticos.
Ya en la comarca del Anoia, la industrial Igualada se ha convertido en capital de la moda con la celebración del Rec.0 Experimental Stores. La visita a Cal Granotes y Can Boyer nos da una idea de cómo se trabajaba la piel. Por el valle del río Anoia, presidido por el castillo de Claramunt, nos encaminamos al Penedès. Antes, una parada en Capellades para ver cómo se fabricaba antiguamente el papel.
El Alt Penedès es un territorio de pequeñas colinas donde los viñedos nos hablan de una intensa actividad vitivinícola. Sant Sadurní d'Anoia es la capital del cava y Vilafranca del Penedès lo es del vino. Visitar bodegas con cata de vinos es una experiencia divertida, así como participar en una jornada castellera donde se levantan las conocidas torres humanas.
En el Penedès existen grandes productores de cava como Codorniu (izquierda) con su propio museo y pequeñas bodegas como Jané & Santacana.
Estamos de nuevo cerca del Mediterráneo y Sitges nos acoge con ese aire entre burgués y desenfadado de principios del siglo pasado. Pasear por Es Baluard y por el Paseo Marítimo entre palmeras, es deambular entre pasado y presente. Su vecina Vilanova i la Geltrú es la capiital de la comarca. Tanto Vilanova como Sitges ofrecen un conjunto de barrios marineros con playas que aglutinan todos los servicios. Bordeando el pantano de Foix sorprende el acogedor núcleo de Castellet i la Gornal, y al llegar al Vendrell visitaremos la casa veraniega del gran músico Pau Casals, en San Salvador, convertida en museo.
Sitges conserva todo el encanto de la época en la que fue refugio de escritores y poetas
Entre bosques, el monasterio de Santes Creus es el fiel reflejo del mundo del Císter. Pasando por Montferri, donde sorprende el santuario modernista dedicado a la Virgen de Montserrat, llegaremos a Tarragona. En la Tarraco romana, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, podemos visitar el anfiteatro, el circo y el pretorium entre otros, después, en la Part Alta (el casco antiguo), encontraremos numerosos vestigios de aquella época. La catedral dedicada a Santa Tecla es otro de los emblemas de la ciudad.
Tarragona posee desde restos romanos calificados como Patrimonio de la Humanidad, hasta una magnífica catedral gótica, en un barrio antiguo con numerosos espacios.
Tramo 2 De Tarragona a Lleida 418 km
La primera parada será Reus, capital del vermut (no debemos olvidarnos de probar alguna de sus especialidades). Aquí nació Gaudí, y además del centro, donde se puede conocer su obra, Reus posee un buen legado de casas modernistas entre las que destacan el Instituto Pere Mata y la Casa Navàs. PortAventura es un destino para grandes y chicos, mientras que la Costa Daurada es para disfrutar de extensas playas orientadas al turismo familiar y los deportes náuticos con dos localidades punteras: Salou y Cambrils.
Estamos a las puertas del Delta del Ebro y este tramo de costa es un rosario de calas entre acantilados mientras llegamos a las poblaciones marineras de l'Ametlla de Mar y l'Ampolla. Ell Delta del Ebro es espacio de horizontes infinitos donde los campos de arroz comparten espacio con bandadas de aves acuáticas. Pedalear cerca de los canales y degustar una gastronomía peculiar con el arroz, las galeras, los langostinos, las ostras, los mejillones y las alcachofas como protagonistas, son algunas de las posibilidades de este territorio, además de un perímetro de playas vírgenes y diversos centros de interpretación.
Ebro arriba, Tortosa aúna el patrimonio de generaciones de cristianos, judíos y árabes que convivieron durante siglos, por eso se la conoce como "Ciudad de las tres culturas". El macizo de Els Ports declarado Parque Natural, invita al senderismo, y en Horta de Sant Joan un joven Picasso se enamoró de estos paisajes. También en la Terra Alta se puede disfrutar de vinos elaborados con garnacha y de las bodegas modernistas de Pinell de Brai y Gandesa calificadas como "catedrales del vino" por su magnificencia. El pueblo y el castillo de Miravet se reflejan en las aguas del Ebro, que se puede descender en kayak o recorrer en los llaüts turísticos. El castillo, que de las manos de los árabes pasó a las de los templarios, fue un importante baluarte histórico de todos los tiempos. La Batalla del Ebro, de triste recuerdo, ha dejado números escenarios y centros de interpretación que recuerdan aquel suceso.
Nuestra ruta nos llevará a penetrar en el Priorat, otra tierra famosa por sus vinos, cuyas viñas se cultivan en terrazas. En Falset podemos visitar la bodega modernista y probarlos. En el centro de la comarca, la cartuja de Escaladei fue la primera de esta orden monástica que se estableció en la península ibérica. Durante la visita sabremos porqué los monjes cartujos fueron los impulsores de este cultivo. Bordeando la sierra del Montsant declarada parque natural llegaremos a Siurana, pequeño núcleo inaccesible encaramado en un risco, último bastión en caer en manos cristianas.
Pasando por la "vila vermella" (por el color de la piedra con el que se construyeron sus edificios) de Prades llegaremos a Poblet. Este cenobio declarado Patrimonio de la Humanidad atesora un legado monumental enorme, siendo el mayor monasterio cisterciense habitado de Europa. Cerca, L'Espluga de Francolí y Montblanc son dos localidades a visitar. La primera con el Museo de la Vida Rural y la Cova de la Font Major para conocer como vivía el hombre prehistórico y, provistos de neopreno, adentrarnos en este mundo subterráneo, la antigua fábrica de aguardiente y la bodega cooperativa. Montblanc aún conserva todo el perímetro amurallado que la defendía en época medieval. La Semana Medieval que tiene lugar alrededor de la festividad de san Jorge, toda la población se transforma en un espectáculo de otras épocas.
El monasterio de Poblet es un compendio de arquitectura donde predomina el estilo gótico
Vallbona de les Monges es el tercer monasterio de la Ruta del Císter. Una comunidad femenina nos ofrece la posibilidad de realizar estancias en paz y sosiego. Penetramos en terrenos de olivares con la aceituna arbequina como protagonista para degustar el aceite que de ella se extrae. De Bellpuig iremos al lago de Ivars i Vila-sana, el más grande de Cataluña, recuperado no hace muchos años, hábitat de numerosas aves acuáticas. Mollerussa y sus delicados vestidos de papel nos sorprenderán antes de llegar a Lleida.
La Seu Vella se recorta en el cielo en el conjunto fortificado más grande de Europa. A sus pies, el Segre dibuja verdor y parques como los Camps Elisis. Lleida es el castillo de Gardeny, la Llotja, la Paeria, el Museo Diocesano, la coca de recapte y los caracoles a la llauna, mientras los caudillos Indíbil y Mandonio defienden la entrada de la ciudad. Una ciudad con múltiples alternativas culturales y de ocio pondrá fin a esta ruta.
Caracoles a la llauna y coca de recapte en las tierras leridanas y diversas clases de marisco en el delta del Ebro, algunos de los productos gastronómicos que podremos degustar en esta ruta.
Más información
El Grand Tour de Catalunya incorpora dos propuestas para recorrer el país. La Vuelta a Cataluña en 13 días y el mismo recorrido dividido en cinco tramos de varias etapas cada uno, pensado para realizar durante un mes o evidentemente, por tramos a conveniencia del viajero. Aquí hemos reproducido los dos primeros tramos de este proyecto.
Portal: www.grandtour.catalunya.com
Guía: Grand Tour de Catalunya, los mejores itinerarios en coche. Jordi Bastart. Colección SUA. EN Ruta. 360 páginas. Incluye un mapa general y mapas de cada tramo del recorrido.